Por todas aquellas veces que dije: no quiero enamorarme.
Por todas aquellas veces que repetí: Paso del amor.
Por todas aquellas veces que pensé: esto es una cursilada.
Por todas esas veces en las que creí que este juego no iba conmigo, que nunca echaría de menos querer a alguien, que no iba a desear estar en sus brazos, ni tenerle a él entre los míos. Por todas las ocasiones que tube de decir te quiero, y me hice de rogar, o no lo dije...
Por todas las veces que guardé para mis adentros lo que sentía, ahora lo grito a los cuatro vientos.
Echo de menos tenerte conmigo, tu apoyo incondicional, tu absurda manera de quererme, tu poca originalidad al intentar mostrarme lo que me querías... Te echo de menos. Quiero que vuelvas.
Trepando por tus caderas con los dedos, me enganché en tu cintura, y escalando por tu espalda encontré, tras los secretos de tu oído, todos tus miedos.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Tarde.
No importa si hoy llueve o nieva. Qué más da si hace frío o calor. Lo único que importa es tenerte conmigo. Y no te tengo. Maldita cobardía, estúpida ignorancia. Olvidé que te tenía y me vendí por un caramelo. Idiotez insuperable, me volví estúpida. Y sólo me dí cuenta cuando en brazos de otro recordé tu existencia. Abrí los ojos a la realidad cuando ya era tarde, cuando ya te había perdido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)