jueves, 30 de mayo de 2013

Los escombros de mi habitación

Una tormenta ha barrido este lugar, lo ha dejado patas arriba. Hay desorden y caos, es imposible encontrar un punto de partida y empezar a reordenar. Miro a cada lado y no encuentro un hilo del que tirar para que todo vuelva poco a poco a la normalidad, como si un telón estuviera cubriendo lo que antes descubrían mis ojos para engañarme con este espejismo raro que juega con mi equilibrio emocional. Espero callada en la puerta, apoyandome en las jambas con las manos. Silencio y paz, cerrar los ojos, respirar hondo, volver a trazar una línea que dibuje lo que solía ser y que ya no es. Detrás de mi alguien canta, pero yo se que estoy sola, algo acaricia mi espalda con sutileza, como una cortina de seda lo noto posándose sobre mi hombro... Es el recuerdo de tu voz, del tintineo estridente de tus cuerdas vocales, tan desquiciantes como tu mirada, tan agresivas como tus manos agarrando férreamente el puñal que clavabas. Antes de que pueda darme cuenta, estoy sangrando de nuevo, pues los puntos de mi herida se han soltado como botones de una camisa sometida a fuerzas opuestas que tiran de ella en direcciones contrarias. Sin embargo no grito porque despertaría mis demonios internos, y aunque me cuesta, prefiero seguir guiándome por el buen camino, con la infinita esperanza de que algún día todo acabará. Ofréceme tus brazos cual suave manto de ternura que recueste en sus cabidades un cuerpo inherte que perdió la alegría tiempo atrás, calma de mis temores el más pequeño y deja el más grande con el fin de que pueda aprender algo de él. Sólo aparta de mi alrededor lo que me distraiga, quiero cerrar los ojos en tu pecho, apoyarme en tu cuerpo, que tus piernas me rodeen y volver a sentir que en este mundo cruel y despiadado yo también tengo un hogar. Mañana... mañana ya barreré el polvo del frío suelo, limpiaré las cortinas para que dejen paso al sol, pondré en orden las butacas, las camas, las mesas... arreglaré la decoración. Sólo necesito descansar en tu eterna dulzura una noche más, y despertar pensando que puedo superar cada bache. No te alejes, aunque mis labios griten "vete", ¿a caso no ves que mis manos intentan agarrarte?. No abandones este lugar, que sin ti vacío de esperanza queda, pues eres la única persona en quien reposa mi confianza, pues en ti reposa mi calma. Y mañana... ¿qué será de mañana? cuando ya no estés... barreré los escombros de mi habitación.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Billete de ida sin retorno, subirme en un tren hacia " no se dónde" para encontrar en algún remoto lugar "no se qué" pero distinto a lo que tengo aquí. Lejos, sin una carta de despedida, sin decir nada a nadie; como una suicida. Huír de mis problemas, efectivamente. Piensa si quieres que soy una cobarde pero la realidad es que tú no me apoyaste, y al no encontrar apoyo tuve que encontrar mi paz en otro lugar en el que al final respirar ya no me causaba dolor. Quizá nunca has tenido esas ganas de estallar como las que yo siento en estos dias tan grises, en los que el tiempo acompaña al estado emocional, quizá casualmente, o puede que augurando mis tormentas venideras. Si lo has tenido, está fuera de mi comprensión el hecho de que no me entiendas ahora; si no lo tuviste no te culpo, nadie nace aprendido. Es curioso que creyendo haber encontrado un lugar en el que podía reposar, me di cuenta no después de mucho tiempo de que era un escenario, y que al caer éste no había restos del cariño que ensayaste, no hallé más gestos de comprensión, el amor se había quedado atrás entre todos los que un día dijeron "estoy aquí para todo, pase lo que pase". Ahora me gustaría reprocharos vuestra falta de tiempo, de ganas, vuestros muchos problemas que os han absorvido. Se que no fui perfecta pero siempre que supe hacerlo bien estuve al lado de mis "amigos", y apoye a cada una de las personas que me importaban de cada una de las maneras que guardaba en mi manga como ases, para que nunca sintieran esta soledad que ahora me está matando. ¿te importa, acaso, si estoy llorando mientras escribo? ¿Sabes quién soy, qué necesito, cómo me siento? No tienes ni idea, ¿verdad?. Ahora sabrás que jamás te preocupaste por mi del modo en que intenté preocuparme yo por ti. ¿y vosotros os hacéis llamar amigos? No... creo que os habéis sobrevalorado. De todos modos gracias por este tiempo juntos, por las risas, las discusiones y sus correspondientes reconciliaciones. Lo siento si soy demasiado exigente, simplemente creo que es lógico que si a mi no me costaría dar mi vida por vosotros, a vosotros no debería costaros estar ahí cuando os necesito, y no sólo cuando hace sol en la ventana de mis días. No os culpo, no os guardo rencor... sólo os anuncio que me voy. 

viernes, 3 de mayo de 2013

Il ne promet tout.

Mas seguramente no estemos hechos el uno para el otro y quizá, quién sabe, el día de mañana nos encontremos de nuevo y esta absurda pasión vuelva a destrozar todo lo que construimos en nuestra búsqueda de la felicidad. Pero entonces, si no estamos hechos el uno para el otro ¿por qué volvemos siempre a nosotros? ¿Por que sucumbimos a la caricia suave de la noche, al diáfano romance que compone nuestra banda sonora vital cada día? Dime, ¿qué futuro nos depara? si es que tal cosa hay para ambos dos, concibiéndonos en un todo. ¿Perdemos, acaso, el tiempo? Si ni tu un Romeo ni yo una Julieta, si nos sobra amor pero nos falta valentía, si nadie cree en nosotros, y a ti las ganas de encontrar a esa persona especial te han abandonado? ¿Qué pretenden nuestros cuerpos, qué reclaman nuestros corazones, cuando nos unimos al eterno manto celeste en la oscuridad, para colgar de él astros que velen nuestra felicidad?