Por alguna razón me hubiera gustado que tu malestar, que tus ganas de hacerla reir, el hecho de que la extrañes... Fuera todo por mí... Creía, idiota por creerlo, que esa persona a la que tanto añoras podía ser yo; y ahora que veo que me he equivocado me siento tan... Estúpida, ingenua... Tan insignificante para tí...
Te adoro Y adoro esos pequeños detalles que hacen que cada día aborrezca más y más esta agonía de no tenerte... Pero supongo que es tarde...
No hay comentarios:
Publicar un comentario