Trepando por tus caderas con los dedos, me enganché en tu cintura, y escalando por tu espalda encontré, tras los secretos de tu oído, todos tus miedos.
sábado, 29 de enero de 2011
confusión
Me mata por dentro saber que estás ahí. Que ahora dudo de tu veracidad, cuando antes hubiera rendido homenaje a tu sinceridad... Y no se que creer, si me mientes por amor o por alejarte de mí. Y ahora siento que nuestros caminos se separan, indiscutiblemente, haga lo que haga. Desearía poder rendirme a la fuerza del destino debastador que me arranca de tus brazos imaginarios, pero algo me mantiene unida a ti, demostrándome mi debilidad al creer que podría negarte cuando se produjera de nuevo un intercambio efímero de palabras entre nosotros. Y no ha sido así. Y me siento débil, frustrada, arrastrada a la desolación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario