domingo, 10 de febrero de 2013

El océano lejano se quedaba para mi limitada vista humana
tu olor se mezclaba con el de la brisa del mar salada
sentía que te perdía un poco más cuando te alejabas
y que las cosas que compartimos fueron muy escasas.
No sabía muy bien si te ibas tú o me iba yo misma
quizá en verdad nunca estuvimos, ni tu ni yo
y todo fue una fantasía que tracé a toda prisa
para no aceptar que no estabas, paliar el dolor.
Fuera como fuere, hoy ya no estabas si estuviste
fuera como fuere, la noche se hacía fría y triste.
Quería gritar tu nombre y hacerte regresar a mi lado
acariciar despacio tu piel con el dorso de la mano,
bailar desnudos bajo esa luna eterna en lo alto
que nos mirara celosa de que te amara yo tanto...
Clásica la música suena ahora en esta habitación
entre los recuerdos de tus brazos y tu respiración
las caricias de tus dedos en mi mejilla, tu adiós...
y me quedo a solas de nuevo con contrito corazón.
Lloran, mis ojos cerrados, lloran porque nunca fuiste
porque no eres y no serás lo que para mi tanto quise,
resbalan por los labios que besaste hasta extinguirse.
Mueren mis letras en el eco de tu voz, en tus espinas
mueren a solas las ganas que tenía de comerte la vida
supura tu aliento en mi nuca al abrir nuevas heridas
es tan tangible tu ausencia como lo fueron tus mentiras.




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