sábado, 23 de febrero de 2013

Ahora no debería encontrar el momento
de decirte lo que siento tras tanto tiempo
sino en su día cuando te dejé marcharte
sin mirar atrás, ni volver para buscarte.
Fueron errores tontos que nadie entendió
el por qué tan repentino de nuestro adiós
hoy nos arrepentimos, después de mirarnos
porque quizá aquel día a nuestros labios
les faltó decir te quiero, les faltó ser sensatos
arriesgarse y luchar por mantener los lazos.
Pensé que debías saber que vivo a ras de suelo
desde que aquella noche me descolgué del cielo,
y es que me di cuenta de que te necesito
porque tú calmarías mi angustia, mis gritos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario