Siempre caigo, pero vuelvo a levantarme. Porque lo más duro no es caerse, sino estar de nuevo en pié. Lo más heróico no es aguantar el llanto, sino llorar ante quien te mira. No es aguantar el dolor, sino mostrar tu fragilidad, que es, al fin y al cabo, quien te hace fuerte.
No somos heroes, somos personas, y por ello, quien quiere hacerse el fuerte, solo logra ser más vulnerable. Yo no huyo de tí, yo te encierro, te entierro, en tumbas y cadenas dentro de mí. Yo no ignoro tu existencia, yo la olvido, porque solo me causa dolor, sufrimiento, y muerte prematura.
Trepando por tus caderas con los dedos, me enganché en tu cintura, y escalando por tu espalda encontré, tras los secretos de tu oído, todos tus miedos.
viernes, 27 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
Dicen que la música amansa a las fieras.
Un día de estos en los que te levantas de mal humor, aparentemente sin motivos, y te da por odiar a todos los que te rodean, simplemente porque sí. Un día de estos en los que crees que te vas a desesperar de tal manera, que nadie te soportará. Y entonces, inesperadamente, encuentras la solución, y en realidad tampoco has necesitado pensarla. Llamas, impaciente esperas que su dedo intranquilo presione levemente la tecla de descolgar. Llamas, deseando que él tenga las mismas ganas que tú de mantener una breve conversación. Y contesta, y oyes su voz... Dicen que la música amansa a las fieras, y entonces comprendes por qué. Su voz es música a tus oídos, música que amansa la desesperación que te corroe por dentro, desde que por la mañana despertaste, pensando en él.
sábado, 21 de mayo de 2011
Días de desespero
Samantha se sentó una vez más bajo la ventana de su cuarto, donde pegaba el sol. Cogió su diario personal, pues quería escribir un rato, pero pronto se arrepintió, pues recordó que unos días atrás lo había considerado cursi e inútil. Pensó que a cambio podía salir a dar un paseo. Dicho y echo, se levantó, se enfundó unos vaqueros rotos y una camiseta blanca de tirantes y salió llaves en mano. No había nadie en casa, pues su madre estaba en la oficina y ellas dos vivían solas, asi que nadie la echaria de menos. La calle estaba abarrotada de gente, puesto que era época de fiestas, así que optó por rodear la ciudad.
Los campos estaban florecidos, evidenciando la primavera ya entrada. La temperatura era elevada, lo que alegró a Samantha, pese a su personalidad contraria, fría y cínica. Sin avisar, el recuerdo efímero de una voz para ella inconfundible, penetró en su pensamiento, haciendo que brotaran de sus ojos unas gélidas lágrimas que, hacía días ya, Samantha reprimía.
A la sombra de aquella inquietante voz, cantó a sus oídos una canción conocida, haciendola llorar aún más "bring me to life and make me real...". Aunque no quería admitirlo, pues le dolía en el alma, sabía que aquello que la hacía llorar no era otra cosa que ese amor que le arañaba las entrañas. Ese amor que hacía días que revolvía sus sueños, ese amor que, sabía, nunca iba a poder olvidar.
Secó sus lágrimas, presa de un posible ataque de desesperanza, y volvió de vuelta a casa, a paso ligero, para no cruzarse con nadie que pudiera reconocerla y descubriera su pesar.
Abrió a tientas la puerta de casa, pues las lágrimas emborronaban su vista, y se descalzó sin parar de caminar hasta su cuarto, dejando sus pertenencias tiradas tras ella.
La pantalla de su móvil parpadeaba, señal de que tenía un mensaje, o de que la habían llamado. "suerte que deje el telefono en casa" pensó.
Las ganas de llorar apaciguaron, siendo sustituidas por bruscos espasmos que se apoderaban de su cuerpo cuando leyó en la pantalla del móvil el nombre de quien le mandaba el mensaje.
Los campos estaban florecidos, evidenciando la primavera ya entrada. La temperatura era elevada, lo que alegró a Samantha, pese a su personalidad contraria, fría y cínica. Sin avisar, el recuerdo efímero de una voz para ella inconfundible, penetró en su pensamiento, haciendo que brotaran de sus ojos unas gélidas lágrimas que, hacía días ya, Samantha reprimía.
A la sombra de aquella inquietante voz, cantó a sus oídos una canción conocida, haciendola llorar aún más "bring me to life and make me real...". Aunque no quería admitirlo, pues le dolía en el alma, sabía que aquello que la hacía llorar no era otra cosa que ese amor que le arañaba las entrañas. Ese amor que hacía días que revolvía sus sueños, ese amor que, sabía, nunca iba a poder olvidar.
Secó sus lágrimas, presa de un posible ataque de desesperanza, y volvió de vuelta a casa, a paso ligero, para no cruzarse con nadie que pudiera reconocerla y descubriera su pesar.
Abrió a tientas la puerta de casa, pues las lágrimas emborronaban su vista, y se descalzó sin parar de caminar hasta su cuarto, dejando sus pertenencias tiradas tras ella.
La pantalla de su móvil parpadeaba, señal de que tenía un mensaje, o de que la habían llamado. "suerte que deje el telefono en casa" pensó.
Las ganas de llorar apaciguaron, siendo sustituidas por bruscos espasmos que se apoderaban de su cuerpo cuando leyó en la pantalla del móvil el nombre de quien le mandaba el mensaje.
Come Back to the life
Cuánto tiempo durará, cuándo te cansarás, qué pasará después...
No lo se, y tampoco se si me importa... Qué más da si brilla hoy la luna o no, será de noche igualmente...
Entonces, partiendo de esto, qué más da si será real o no, te amaré de todos modos...
Cuestionarme ahora si quiero o no tu presencia, por el simple hecho de temer que me lastimes, sería como cuestionarme si levantarme o no, por temor a que no haya salido el sol.
Podrás haberme hecho daño, podrás haberme atravesado con una daga el corazón, pero amarte es mi religión, y tengo fe ciega en ti.
Sean dos días, o dos meses, dos años o una eternidad; el tiempo que esté contigo, será tiempo que estaré feliz. Por eso, ¿qué importa si después vuelves a marcharte? Vivo mi presente, y en él estás tú. Ahora.
El futuro depende de nosotros, arriesgarnos es decisión nuestra.
Y yo he decidido.
No lo se, y tampoco se si me importa... Qué más da si brilla hoy la luna o no, será de noche igualmente...
Entonces, partiendo de esto, qué más da si será real o no, te amaré de todos modos...
Cuestionarme ahora si quiero o no tu presencia, por el simple hecho de temer que me lastimes, sería como cuestionarme si levantarme o no, por temor a que no haya salido el sol.
Podrás haberme hecho daño, podrás haberme atravesado con una daga el corazón, pero amarte es mi religión, y tengo fe ciega en ti.
Sean dos días, o dos meses, dos años o una eternidad; el tiempo que esté contigo, será tiempo que estaré feliz. Por eso, ¿qué importa si después vuelves a marcharte? Vivo mi presente, y en él estás tú. Ahora.
El futuro depende de nosotros, arriesgarnos es decisión nuestra.
Y yo he decidido.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Resucítame
Como un ala caída de la espalda de un ángel, como una campanilla sin polvo de hadas, como una rosa sin sol y agua... Así caí cuando te marchaste, como un pájaro herido, con un ala rota. Me hiciste flotar en nubes de papel, diste color a mis paredes blancas, inspiraste cada latido de mi corazón...
Pero llovió cuando dijiste adiós, y las nubes de papel se empaparon de lágrimas. Y la lluvia las deshizo.
Y caí, caí, como un suspiro cae al aire cuando una boca exhala, caí, caí, como un pañuelo de seda; y volé con el viento. De flor en flor, de lugar en lugar, dedicada únicamente a buscar tus besos, el retorno de tus abrazos.
Pero te perdí, escapaste de mis manos, como escapa un pétalo con la suave brisa de verano.
Y añoré tus cariños, mas mis llantos me hicieron compañía, en las noches tristes, amargas en tu recuerdo.
Sólo me quedó el efímero susurro de tu voz, nombrándome otra vez, para torturar a mi contrito corazón.
Mi pobre, pequeña idiota, llorando sin consuelo. Mi pobre, pequeña idiota, hasta que vuelvas a pronunciar mi nombre.
Pero llovió cuando dijiste adiós, y las nubes de papel se empaparon de lágrimas. Y la lluvia las deshizo.
Y caí, caí, como un suspiro cae al aire cuando una boca exhala, caí, caí, como un pañuelo de seda; y volé con el viento. De flor en flor, de lugar en lugar, dedicada únicamente a buscar tus besos, el retorno de tus abrazos.
Pero te perdí, escapaste de mis manos, como escapa un pétalo con la suave brisa de verano.
Y añoré tus cariños, mas mis llantos me hicieron compañía, en las noches tristes, amargas en tu recuerdo.
Sólo me quedó el efímero susurro de tu voz, nombrándome otra vez, para torturar a mi contrito corazón.
Mi pobre, pequeña idiota, llorando sin consuelo. Mi pobre, pequeña idiota, hasta que vuelvas a pronunciar mi nombre.
jueves, 12 de mayo de 2011
tú, mi momento.
Hay momentos y momentos.
Hay momentos que te roban una sonrisa, momentos que te hacen romper en carcajadas, y momentos que te quitan la respiracion.
Tú, eres una persona, pero a parte de eso, eres ese momento que me quita la respiración.
Ya sé que una persona no puede ser un momento, pero tú sí lo eres. Tú lo eres, porque en el momento en que tú me miras, se para el mundo; porque en el momento en que tú sonríes, una estrella nueva nace; porque en el momento en que tú suspiras... en el momento en que tú suspiras, mi corazón cambia el ritmo de sus latidos.
Yo te miro, un momento, y tú no lo sabes. Yo te miro, y cuando lo hago, me cuesta respirar.
Yo te miro, un momento, y tú te giras, y me ves. Y tu mirada choca con la mía, y me siento ruborizar las mejillas, y me aparto.
Eres un momento; un momento de mi inspiración.
Hay momentos que te roban una sonrisa, momentos que te hacen romper en carcajadas, y momentos que te quitan la respiracion.
Tú, eres una persona, pero a parte de eso, eres ese momento que me quita la respiración.
Ya sé que una persona no puede ser un momento, pero tú sí lo eres. Tú lo eres, porque en el momento en que tú me miras, se para el mundo; porque en el momento en que tú sonríes, una estrella nueva nace; porque en el momento en que tú suspiras... en el momento en que tú suspiras, mi corazón cambia el ritmo de sus latidos.
Yo te miro, un momento, y tú no lo sabes. Yo te miro, y cuando lo hago, me cuesta respirar.
Yo te miro, un momento, y tú te giras, y me ves. Y tu mirada choca con la mía, y me siento ruborizar las mejillas, y me aparto.
Eres un momento; un momento de mi inspiración.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)