Como un ala caída de la espalda de un ángel, como una campanilla sin polvo de hadas, como una rosa sin sol y agua... Así caí cuando te marchaste, como un pájaro herido, con un ala rota. Me hiciste flotar en nubes de papel, diste color a mis paredes blancas, inspiraste cada latido de mi corazón...
Pero llovió cuando dijiste adiós, y las nubes de papel se empaparon de lágrimas. Y la lluvia las deshizo.
Y caí, caí, como un suspiro cae al aire cuando una boca exhala, caí, caí, como un pañuelo de seda; y volé con el viento. De flor en flor, de lugar en lugar, dedicada únicamente a buscar tus besos, el retorno de tus abrazos.
Pero te perdí, escapaste de mis manos, como escapa un pétalo con la suave brisa de verano.
Y añoré tus cariños, mas mis llantos me hicieron compañía, en las noches tristes, amargas en tu recuerdo.
Sólo me quedó el efímero susurro de tu voz, nombrándome otra vez, para torturar a mi contrito corazón.
Mi pobre, pequeña idiota, llorando sin consuelo. Mi pobre, pequeña idiota, hasta que vuelvas a pronunciar mi nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario