Samantha se sentó una vez más bajo la ventana de su cuarto, donde pegaba el sol. Cogió su diario personal, pues quería escribir un rato, pero pronto se arrepintió, pues recordó que unos días atrás lo había considerado cursi e inútil. Pensó que a cambio podía salir a dar un paseo. Dicho y echo, se levantó, se enfundó unos vaqueros rotos y una camiseta blanca de tirantes y salió llaves en mano. No había nadie en casa, pues su madre estaba en la oficina y ellas dos vivían solas, asi que nadie la echaria de menos. La calle estaba abarrotada de gente, puesto que era época de fiestas, así que optó por rodear la ciudad.
Los campos estaban florecidos, evidenciando la primavera ya entrada. La temperatura era elevada, lo que alegró a Samantha, pese a su personalidad contraria, fría y cínica. Sin avisar, el recuerdo efímero de una voz para ella inconfundible, penetró en su pensamiento, haciendo que brotaran de sus ojos unas gélidas lágrimas que, hacía días ya, Samantha reprimía.
A la sombra de aquella inquietante voz, cantó a sus oídos una canción conocida, haciendola llorar aún más "bring me to life and make me real...". Aunque no quería admitirlo, pues le dolía en el alma, sabía que aquello que la hacía llorar no era otra cosa que ese amor que le arañaba las entrañas. Ese amor que hacía días que revolvía sus sueños, ese amor que, sabía, nunca iba a poder olvidar.
Secó sus lágrimas, presa de un posible ataque de desesperanza, y volvió de vuelta a casa, a paso ligero, para no cruzarse con nadie que pudiera reconocerla y descubriera su pesar.
Abrió a tientas la puerta de casa, pues las lágrimas emborronaban su vista, y se descalzó sin parar de caminar hasta su cuarto, dejando sus pertenencias tiradas tras ella.
La pantalla de su móvil parpadeaba, señal de que tenía un mensaje, o de que la habían llamado. "suerte que deje el telefono en casa" pensó.
Las ganas de llorar apaciguaron, siendo sustituidas por bruscos espasmos que se apoderaban de su cuerpo cuando leyó en la pantalla del móvil el nombre de quien le mandaba el mensaje.
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