viernes, 27 de mayo de 2011

Siempre, siempre...

Siempre caigo, pero vuelvo a levantarme. Porque lo más duro no es caerse, sino estar de nuevo en pié. Lo más heróico no es aguantar el llanto, sino llorar ante quien te mira. No es aguantar el dolor, sino mostrar tu fragilidad, que es, al fin y al cabo, quien te hace fuerte.
No somos heroes, somos personas, y por ello, quien quiere hacerse el fuerte, solo logra ser más vulnerable. Yo no huyo de tí, yo te encierro, te entierro, en tumbas y cadenas dentro de mí. Yo no ignoro tu existencia, yo la olvido, porque solo me causa dolor, sufrimiento, y muerte prematura.

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