Conservemos esto que nos une, que nos funde en uno solo, que nos deja respirar si estamos juntos. Guárdalo, guárdalo bien, que no se rompa, que no se resquebraje más. No quiero perderlo, no quiero perderte. Tu aliento es mi oxígeno. No me abandones, no desaparezcas. Ayúdame a mantener viva la chispa persistente que aún aguarda en nuestro querer. Vuelve a dibujar en un cielo sin estrellas mil ojos recelosos que nos miren, envidiosos de nuestro amor mútuo.

Déjame decirte mil veces más que te quiero.
Quiero sentir tus labios acariciando los míos.
Cuídame de nuevo, como dijiste que harías siempre.
Rodéame con tus brazos y no me sueltes nunca.
Vuelve a ser para mí como el puerto seguro
que busca un barco a la deriva, vuelve a ser
para mí la cuerda salvavidas que cae desde
la salida lejana en un pozo de profunda oscuridad.
Vuelve a ser mi puerto seguro.
No me pierdas, no me dejes hablar más.
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